LA MARIHUANA EN LAS SANTAS ESCRITURAS
LA MARIHUANA EN LAS SANTAS ESCRITURAS
La
marihuana no se menciona en las Santas Escrituras ni la palabra cannabis, que
es su genus.
Solamente
encontramos mención de la palabra kanéh bosém que se traduce caña perfumada,
como uno de los ingredientes del aceite de unción en el temple.
Algunos
han querido relacionar kanéh con cannabis, lo cual no es sino otro caso de
etimología falsa, tal como lo es por ejemplo decir que Jesús es Ye Zeus;
solamente porque suena parecido.
Primeramente
kanéh es una caña, es decir plantas que tienen un tronco tubular hueco;
cannabis es una hierba, no una caña.
Esto se
hace patente en Éxodo 25:31 donde se nos dice sobre la menoráh:
“Harás
además una menoráh de oro puro, labrada al martillo se hará el candelero: su
pie, y su caña (Kanéh H7070), sus copas, sus manzanas, y sus flores, serán de
lo mismo.”
Como
podemos ver el “kanéh” de la menoráh es su tallo, largo y redondo en su
sección.
Las
ramas de la menoráh también son llamadas kanéh en el verso 32, por su forma.
Luego,
cuando El Eterno da la descripción del aceite de unción para el tabernáculo,
utiliza la misma palabra kanéh, para referirse a uno de los ingredientes; pero
la califica con la palabra “bosém”, que significa perfumado.
Es
decir, que el ingrediente es caña perfumada, o caña olorosa.
Esta
caña olorosa es una planta conocida en el oriente medio y originaria de la
india y el sur de arabia; justamente donde los israelitas estaban en sus
jornadas con el tabernáculo..
El
profeta Isaías se refiere a las ofrendas de los israelitas infieles, y
menciona que “ “Ustedes no me han
comprado con dinero o caña (que se vierte caña dulce para hacer referencia a kanéh
bosém)” (Isaías 43:24)
De
hecho, la mención a la India como una tierra remota se encuentra en Jeremías
6:20 donde se nos dice: “¿Con qué propósito vienen a mí incienso de Shebah y
caña olorosa de una tierra remota?” (tov kanéh: caña buena, caña complaciente, caña
dulce)
Como
hemos visto, ninguna relación con cannabis, peor con su uso alucinógeno en el
templo.
Lo que
pasa es que algunos que abogan por el uso de la marihuana en la adoración, se
han inventado esta mentira para justificar sus prácticas repugnantes al Eterno
y lo hacen malinterpretando los términos hebreos, los cuales, sin necesidad de
ser un experto en hebreo bíblico, pueden entenderse por comparación y uso en
diferentes partes de la escritura.
COMO SE USABA LA CAÑA OLOROSA EN EL
TABERNÁCULO
Algunos
se han llegado a imaginar que los sacerdotes dentro del tabernáculo quemaban
marihuana y se encontraban en un éxtasis, ya que la fórmula del aceite incluía
mirra, una sustancia que tiene también efectos alucinantes.
No
obstante el texto nos dice específicamente que este aceite era para unción, no
para ser quemado. La palabra es mashiaj, es decir untar, o aplicar.
Este
aceite se untaba en la tienda, en el arca del testimonio, en la mesa de los
panes, en los receptáculos, en la menoráh y sus vasos, en el altar de incienso
en el altar de los sacrificios quemados y sus utensilios, y en la palangana y
sus pies.
De
manera que este aceite no se quemaba, lo que se quemaba es el incienso.
Además
este aceite mashiaj o de untamiento o de unción no podía siquiera tocar la piel
de los sacerdotes cuando eran ungidos, solamente sus ropas.
Tampoco
era el aceite que se quemaba en las lámparas.
De
manera que no era posible que ni la mirra ni la caña olorosa liberen otros
aromas sino los que normalmente liberan.
La
mirra no es el láudano (opio) como algunos piensan, y dicen que el aceite de
unción era poco menos que heroína. La mirra es una sustancia espesa extraída
del árbol Commiphora myrrha, que se utilizaba para hacer
ungüentos.
¿Cuál
es la razón por la cual Elohim mandó ungir con aceite perfumado?
Porque
el acto de ungimiento es un acto de separar o hacer evidente respecto de la
mayoría.
El
perfume del Eterno es precisamente el perfume de la mirra mezclada con la caña
olorosa; y El Eterno le pone su perfume a quien El escoge.
De
manera que, cuando los sacerdotes entraban al santo y el santísimo, todo el
sitio olía al Eterno, ellos podían identificar este olor característico; y
cuando salían, los presentes podían percibir de la ropa de los sacerdotes el
olor al Eterno.
Decir
que el olor del Eterno es el olor de la marihuana, es una blasfemia.
PECADO
Pecado
(jatá) es hacer daño y punto. Elohim prohíbe el pecado porque es Bueno y no
quiere el que nadie salga perjudicado.
Por eso
hay pecados contra nosotros, contra nuestro prójimo y contra Él mismo.
El
promover de cualquier forma el uso de marihuana como sustancia psicotrópica
recreativa es un pecado contra nuestro prójimo; consumirla es un pecado contra
nosotros mismos. Pero decir mediante falsa etimología que en el tabernáculo se
quemaba o utilizaban drogas es, adicionalmente el pecado de blasfemia.
POR QUÉ RECHAZAMOS LAS DROGAS Y HIERBAS
ALUCINÓGENAS.
Para
asegurarnos de no errar en nuestras interpretaciones del texto bíblico, es
indispensable que sepamos reconocer los pilares que soportan la fe verdadera.
Uno de
estos pilares es: “Amarás a Yehováh tu Elohim con toda tu mente”
De
manera que cualquier droga o sustancia o hierba natural que no nos permita
cumplir con este mandato es “tamé” o inmunda, contaminada.
Esto,
obviamente no es un principio que abarque todas las drogas, las cuales, de hecho, en muchos casos son muy
útiles, para precisamente lo contrario: que la persona pueda estar en plena
mente, libre de dolores y molestias, para poder adorar al Eterno con toda su
mente, y así mismo, para recuperar sus fuerzas para poder adorarlo “con todas
sus fuerzas”.
(Mateo
22:37-39)
La
marihuana, por ejemplo, aunque es inmunda para fumarla o quemarla con
propósitos de “perder la mente”; es muy beneficiosa por su gran poder curativo
y restaurativo y analgésico, cuando se la utiliza de forma adecuada.
¿Dónde
entonces se menciona la marihuana en las Sagradas Escrituras?
Apocalipsis
22:2 “Y a cada lado del río
estaba el árbol de la vida, que produce doce clases de fruto,
dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para
sanidad de las naciones”
Escrito por: Pedro Luis
Sánchez
Agosto 26/2017
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